Existen varios factores que pueden contribuir a que un paciente tenga necesidad de tomar un medicamento de por vida o no, y uno de los más importantes en la causa que originó su epilepsia. Niños sin ninguna lesión demostrable en estudios de tomografías o resonancias tienen una gran posibilidad de quedarse sin crisis epilépticas y sin medicamentos.
En estos casos y bajo la supervisión de un médico es posible que la dosis del medicamento se vaya reduciendo paulatinamente hasta eliminarlo. En otros casos, cuando se toma más de un medicamento o existen diferentes tipos de crisis epilépticas en un mismo paciente, la posibilidad de retiro es más compleja, la posibilidad de quedar sin medicamentos disminuye, aunque sí se pueden controlar en la mayoría las crisis.
Es de suma importancia que se lleve un tratamiento al pie de la letra en cuanto a dosis y horario, pues un descontrol en la toma del medicamento puede llevar a una crisis epiléptica.